Mostrando las entradas con la etiqueta Botánica. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Botánica. Mostrar todas las entradas

lunes, 4 de julio de 2022

El Chhiri Muyu o Chirimoya.

 

MEMORIAS DE LIMA.

Historia Culinaria.
El Chhiri Muyu o Chirimoya.
Muchas veces hemos aceptado fácilmente el cambio de nombres de pueblos autóctonos del Perú, como así también admitimos definiciones y nuevos nombres de productos, frutos y hasta preparaciones que con el caminar del tiempo, la forma de hablar y dificultad de repetir, (mucho más) entender el verdadero nombre del producto que nos legaron nuestros ancestros.
Hoy, luego de revisar viejos apuntes y contrarrestar con diccionarios QHESWA SIMI HAMUT'ANA KURAK SUNTUR creo haber encontrado la definición y nombre de la tan amada “CHIRIMOYA o CHHIRI MUYU, fruta más emblemática del Perú: LA CHIRIMOYA o CHHIRI MUYU.
CHHIRI, significa: Pasar la lengua sobre una cosa repetidas veces.
MUYU: Redondez, circulo, sinónimo Iruro y Tinkullpa.
NOTA: Estimados amigos y amigas, tal vez Ud. se preguntará porque Rodolfo " Locrito" TAFUR se dedica a la investigación de estos temas, pues le comento que hay muchas organizaciones que sostienen que tal o cual fruta, producto o preparación son de los países que representan o de sus organizaciones, si no sabes explicar o sustentar lo tuyo o lo nuestro….pues estamos perdidos.
La CHIRIMOYA y sus NOMBRES:
El nombre inca era CHHIRI MUYU, luego se castellanizo como CHIRIMOYA
El día de hoy quiero contarles muchas cosas de la fruta más hermosa y deliciosa, que a mi entender, es “LA CHIRIMOYA” o CHHIRI MUYU, creo que no soy el único, porque el franciscano fray Juan de Santa Gertrudis, viajero empedernido relata lo siguiente sobre esta fruta en 1756: “….la carne de la chirimoya es más blanca que el algodón, blanda como la batata cocida, y muy más dulce que la pera; porque aquello es comer confitura y su dulzor nunca empalaga. No hay en España, ni creo que Dios haya criado fruta igual. Sólo en el paraíso pudo ser y este creo que es el Perú. Esta es la reina de las frutas que en el mundo hasta aquí se han conocido”.
Para los INCAS, CHHIRI MUYU significa:
CHHIRI, Acariciar con la lengua, MUYU, refiérase a “redondo, circulo”. Comer algo redondo pasando la lengua.
LOS AYMARAS, lo llamaban “YURAQYAY”. Que significa: Persona o mujer pulcra, blanquearse, aclararse.
LOS YAROWILLCAS lo llamaban “ANASU” que significa concubina, conviviente, querida.
AMUESHA, grupo indígena amazónico le denomina “ANOONA” que significa mujer joven, concubina. Esta fruta es peruana, es decir nuestra.
Además, cuando los indios tenían dolores de cabeza, soasaban las hojas y se aplicaban en cataplasmas, sus semillas y las hojas son antiparasitarias y su corteza es antimicrobial.
Cubrir las Pachamancas u otras elaboraciones gastronómicas con hojas de chirimoyas, es sumarle un aroma que despierta el apetito en esta preparación.
Autor: Rodolfo “Locrito” TAFUR.
Publicado por: #MusicaYNostalgia
Puede ser una imagen de anón y texto que dice "Músicay Nostalgia"

jueves, 31 de mayo de 2018

¿¿¿¡Sabías qué???





La falsa banana que salvó la vida a millones de personas [BBC]

Quince de estas plantas pueden alimentar a una familia de cinco miembros durante un año

La falsa banana o ensete parece un banano pero no produce frutos.
La falsa banana o ensete parece un banano pero no produce frutos.
Se le llama falsa banana porque en realidad no produce frutos de banano, pero parece una planta típica de esta familia.
Tiene hojas enormes de palma que se derivan de un tallo alto pero, a diferencia del banano, es una fuente muy importante de alimento, particularmente en África.
Es la Ensete ventricosum -también conocida como bananero de Etiopía o ensete- y según los científicos, 15 de estas plantas pueden alimentar a una familia de cinco miembros durante un año. 
"Cerca de 20 millones de personas actualmente dependen de esta planta para su nutrición", le dice a la BBC Kathy Willis, directora de Ciencia de los Jardines Botánicos de Kew, en Londres.
"Así que realmente son un cultivo de subsistencia para millones de personas en Etiopía", afirma. 
Milenaria 
La planta forma parte de la familia de las musáceas y es nativa del altiplano africano, y se encuentra en bosques muy lluviosos. Su nombre fue publicado por primera vez en 1948 en el Boletín de Kew.
Los tallos de los ensetes que se cultivan en Etiopía miden aproximadamente un metro.
Crece tanto en el este como centro y sur de África y ha sido cultivada en el continente durante miles de años, principalmente en Etiopía.
Allí los agricultores a menudo cultivan decenas de estas plantas en las tierras cerca de sus casas.
Los agricultores en Eitopía a menudo cultivan decenas de ensetes en las tierras cerca de sus casas. (Foto: Getty Images)
Los agricultores en Eitopía a menudo cultivan decenas de ensetes en las tierras cerca de sus casas. (Foto: Getty Images)
Cuando llega el momento de cosechar, una vez la planta tiene seis o siete años y antes de que florezca, el agricultor la corta, pica parte de la raíz y raspa el tallo para extraer una pulpa de éste. 
"Para obtener el alimento, lo que se hace es moler la parte media del tallo y la raíz para sacar una especie de fécula que después se convierte en harina", explica Kathy Willis. 
Con esta harina se pueden producir tres alimentos principales: kocho, bulla y amicho.
La pulpa de las raíces y las vainas de las hojas se fermentan bajo tierra durante 4 o 6 meses para hacer kocho, el cual se usa como harina para hacer pan y tiene un sabor ligeramente amargo.
La bulla se obtiene de la planta que ha madurado completamente y se usa para sopas y avenas. Y el amicho, que es parecido a una papa, es la raíz hervida. 
Rendimiento 
La planta del ensete produce mucho más alimento por metro cuadrado que otros cereales. Puede tener un rendimiento de 10.000 kilos por hectárea. 
Con la harina que se obtiene del ensete se pueden producir tres alimentos principales: kocho, bulla y amicho. (Foto: Getty Images)
Con la harina que se obtiene del ensete se pueden producir tres alimentos principales: kocho, bulla y amicho. (Foto: Getty Images)
Pero lo más importante de esta planta, afirman los científicos, es que es mucho más resistente a las sequías, las lluvias y las inundaciones que otros cultivos. Y se propaga por sus rebrotes. 
Por eso los científicos de Kew están llevando a cabo un proyecto para descubrir sus secretos genéticos y los mecanismos que dan lugar a su enorme resistencia. 
"Esta planta tiene una enorme distribución en Etiopía, puede crecer incluso en las montañas y cuando crece de forma silvestre produce flores y es en éstas donde encontramos su diversidad genética", explica Willis.
"Así que una de las partes del proyecto que estamos llevando a cabo con nuestros socios etíopes y la Universidad de Leicester, Inglaterra, es mapear la distribución de la planta silvestre en Etiopía y tratar de desarrollar esa resistencia en las plantas cultivadas", le dice a la BBC.
La falsa banana es mucho más resistente a las sequías, las lluvias y las inundaciones que otros cultivos. (Foto: Getty Images)
La falsa banana es mucho más resistente a las sequías, las lluvias y las inundaciones que otros cultivos. (Foto: Getty Images)
El mapeo de la distribución de la planta, explican los científicos, es importante porque con éste se puede analizar en qué otras regiones podría cultivarse en el futuro. Por ejemplo, en otras zonas de África demasiado calientes o lluviosas.
También se está estudiando la forma como el ensete es polinizado, algo que hasta ahora no se ha podido saber con precisión. 
"Se trata de crear seguridad alimentaria para la región, porque la planta será resistente tanto al cambio climático como a las plagas y patógenos", asegura la experta.

viernes, 28 de agosto de 2015

La ciencia hoy ...




Resuelven el enigma de los cipreses que resisten incendios

 

 De los más de 940 cipreses mediterráneos de la plantación del proyecto CypFire en Andilla, Valencia, sólo el 1,27% entró en ignición en el incendio de 2012. Todas las otras especies se calcinaron.
Los investigadores españoles Bernabé y José Moya no podían creer lo que estaban viendo.
Más de 20.000 hectáreas de bosque calcinadas. Y en el medio de la devastación, un grupo de cipreses verdes y erguidos.
Cuando el fuego destruyó una plantación experimental en Andilla, en la provincia de Valencia, en 2012, los científicos se propusieron descubrir el "misterio" de los cipreses.
"Cuando nos desplazamos a la dantesca escena en aquel trágico verano de 2012, nos asaltaba una gran tristeza y pesar. Estábamos conmocionados ante las dimensiones de la devastación", dijo a BBC Mundo el botánico Bernabé Moya, quien llegó al sitio del siniestro con su hermano José, licenciado en ciencias ambientales, ambos del Departamento de Árboles Monumentales de la Deputación de Valencia.
Pero anécdotas e indicios previos apuntaban a la peculiar resistencia del ciprés mediterráneo.
"Las observaciones acumuladas a lo largo de los años nos hacían albergar la esperanza de que algunos cipreses habían sobrevivido".
"Al llegar, comprobamos que toda la vegetación circundante formada por encinas, robles, pinos carrascos, pinos rodenos, enebros etc, característica del bosque mediterráneo, estaba completamente calcinada. Pero únicamente el 1,27% de los cipreses mediterráneos había entrado en ignición".
Bernabé y José Moya son dos de los autores de un nuevo estudio que finalmente da respuesta al enigma de los cipreses, luego de tres años de investigaciones de científicos en España e Italia.
El estudio acaba de ser publicado en la edición de este mes de la revista científica Journal of Environmental Management.
Tests de inflamabilidad
El nuevo estudio demuestra la resistencia del ciprés mediterráneo (Cupressus sempervirens) frente al fuego y su posible aplicación como barrera cortafuego ante los devastadores siniestros que afectan el Mediterráneo.
Más de 269.000 incendios, en su mayoría producto de la actividad humana, fueron reportados entre 2006 y 2010 en la región, con más de dos millones de hectáreas de bosque destruidas, según la FAO.
El trabajo internacional es el primero que utiliza tests de laboratorio con una variedad de técnicas no sólo en vegetación muerta o seca, sino en hojas y ramas verdes finas vivas.
Las pruebas fueron desarrolladas en dos laboratorios considerados centros de referencia en incendios y el estudio del ciprés, el laboratorio del Departamento de Selvicultura y Gestión de Sistemas Forestales del INIA-CIFOR en España, y el laboratorio del Instituto para la Protección Sostenible de las Plantas, en Florencia, Italia, (IPSP-CNR).
"En el pasado esta especie no fue estudiada en profundidad o se utilizaron sólo unos pocos parámetros", dijo a BBC Mundo Gianni de la Rocca, investigador del IPSP.
Contenido de humedad
Las pruebas en hojas y ramas vivas revelaron un elemento clave: su alto contenido en humedad (84-96%) durante el período estival, lo que retrasa su entrada en ignición.
"A mayor contenido en agua las plantas presentan una mayor resistencia a las llamas", explicó Bernabé Moya.
Bernabé Moya explicó a BBC Mundo que "el tiempo de ignición de las partes vivas del ciprés mediterráneo es entre 1,5 y 7 veces superior, en los tests de laboratorio, al de otras especies forestales mediterráneas como la encina, el enebro común y el pino rodeno".
Además, debido a las dimensiones reducidas de sus hojas, "la hojarasca que genera el ciprés en suelo es muy compacta. La circulación de aire en su interior es menor que en otras especies, como la pinocha de los pinos".
Y esta capa densa y compacta de hojarasca también "actúa como una 'esponja' que retiene humedad", según Della Rocca.
Arquitectura de la copa
Los científicos usaron genotipos seleccionados de una variedad de ciprés mediterráneo, Cupressus sempervirens var. horizontalis, que es resistente a una enfermedad conocida como "chancro del ciprés" causada por el hongo Seiridium cardinale.
"Esta pandemia es una amenaza muy peligrosa al ciprés. Hace que mueran grandes porciones de la copa y haya exhudaciones de resina del tronco y las ramas", explicó a BBC Mundo Della Rocca.
A diferencia de otras variedades de ciprés mediterráneo, en el horizontalis "las ramas se insertan en el tronco con ángulos de entre 45 y 90 grados", señaló Bernabé Moya.
Esto significa que la vegetación muerta usualmente no queda atrapada.
Por otra parte, "la forma de la copa del ciprés es densa y homogénea, lo que dificulta la circulación de aire, como queda evidenciado con la reconocida función de cortavientos del ciprés mediterráneo en la agricultura."
Desde la Patagonia a California
¿Podría el ciprés mediterráneo ayudar a combatir incendios en otras partes del mundo, como la Patagonia en Chile y Argentina, o California?
De acuerdo a Bernabé Moya, la especie "posee una gran plasticidad".
"Puede vivir en todo tipo de suelos excepto en los encharcados, así como sobre sustratos pobres y degradados, y crece dese el nivel del mar hasta más de 2.000 metros de altura".
Moya recuerda que la especie fue introducida hace siglos en América Latina donde se ha adaptado a muchas regiones.
"No tiene dificultades para crecer en las zonas de clima mediterráneo y templado de California, Chile y Argentina".
"Lo primero que habría que hacer es llevar a cabo estudios para determinar el grado de adaptabilidad e idoneidad de las diferentes variedades de ciprés mediterráneo a las condiciones locales y proceder a establecer parcelas experimentales".
Primeras plantaciones
El estudio europeo concluye que plantaciones con variedades seleccionadas de cipreses podrían ser una herramienta nueva y alternativa para contrarrestar el riesgo de incendios forestales en lugares con mayor riesgo, como las áreas de contacto entre bosques, zonas agrícolas o zonas habitadas, donde se producen focos de incendio con mayor frecuencia.
Como resultado del trabajo internacional, la región de la Toscana en Italia incorporó al ciprés mediterráneo en el listado de especies forestales idóneas para su uso en la lucha contra incendios forestales.
Y en España, "desde el Departamento de Árboles Monumentales y junto con el Departamento de Brigadas Forestales de prevención de incendios forestales de la Diputación de Valencia, IMELSA, llevaremos a cabo las primeras plantaciones de barreras cortafuegos del Sistema Ciprés en el país a lo largo de este otoño", señaló Moya.
Otra aplicación importante del estudio, según el investigador, es que los ciudadanos pueden contribuir a incrementar la protección de sus propiedades frente al fuego.
Generaciones futuras
La resiliencia del ciprés mediterráneo muestra para Moya que "la naturaleza tiene la respuesta a muchos de los problemas que enfrentamos".
Pero el estudio también apunta a la necesidad de tomar medidas urgentes.
Para el botánico español, "la vulnerabilidad de las masas de vegetación frente a los incendios está relacionada con la falta de información a la población, de apoyo a la investigación y al abandono del mundo rural, una situación que se agravará con el cambio climático".
Muchos problemas como la desertificación, los incendios forestales, la pérdida de biodiversidad y el abandono del medio rural pueden revertirse con la plantación y el cuidado de bosques, según Moya.
"Es urgente que la humanidad se tome en serio estos problemas".
"La lucha contra los incendios es un esfuerzo de todos. Se lo debemos al bosque y a las generaciones futuras".

martes, 28 de mayo de 2013

Musgos capaces de revivir en la naturaleza y el laboratorio


martes 28 de mayo del 2013 00:13

Una planta ‘resucita’ tras 400 años bajo un glaciar

Investigadores descubren por primera vez musgos capaces de revivir en la naturaleza y el laboratorio tras cuatro siglos sepultados por un glaciar. Capacidad de regeneración sorprende a científicos
Cultivo del musgo recuperado 'resucitado' en el laboratorio. (Foto: Catherine La Farge/Agencia Materia)
El musgo que emergió tras el retroceso del graciar canadiense, fotografiado por los investigadores. (Foto: Catherine La Farge/Agencia Materia)

Cultivo del musgo recuperado 'resucitado' en el laboratorio. (Foto: Catherine La Farge/Agencia Materia)
“AGENCIA MATERIA”:http://esmateria.com
Desde el siglo XX, el fenómeno del retroceso de los glaciares se ha multiplicado y cada vez son más los científicos que se acercan a ver qué dejan sobre la tierra cuando el hielo desaparece. Desde 1960, son muchos los estudios que han dado cuenta de la aparición de plantas tras el paso del glaciar, pero siempre resultaba que el material biológico exhumado estaba muerto. Sin embargo, un grupo de investigadores de la Universidad de Alberta (Canadá) ha dado con un tipo de musgo capaz de pasar cuatro siglos sepultado bajo una gruesa capa de hielo y resucitar tras saludar de nuevo al Sol.
Este equipo de científicos acudió a inventariar los restos biológicos que había dejado el glaciar Lágrima de la isla Ellesmere, en el archipiélago ártico canadiense. Allí descubrieron estas plantas oscurecidas, que parecían muertas, salvo porque en algunos extremos mostraban brotes verdes: tallos que volvían a reverdecer y ramitas que daban testimonio de la regeneración. Tras analizar su composición, concluyeron que esos musgos habían estado cubiertos por el glaciar unos 400 años, casi desde los comienzos de la Pequeña Edad de Hielo que enfrió el hemisferio norte entre 1550 y 1850.
Según explican los investigadores en su estudio, publicado hoy en la revista PNAS, dieron con cuatro especies distintas de briofitas —el grupo de plantas que abarca a los musgos— de las que fueron capaces de generar hasta 11 cultivos in vitro en el laboratorio, demostrando que se trata de una capacidad de regeneración propia de este tipo de plantas. Las células de estos musgos tienen la capacidad de diferenciarse y desarrollar una nueva planta en un proceso análogo al de las células madre. “Por lo tanto”, escriben, “las células se pueden apagarse fisiológicamente durante la desecación y revivir cuando las condiciones son favorables”. De este modo, estas plantas “son candidatos ideales para experimentos biológicos, especialmente en ambientes extremos”.
Este descubrimiento no sólo evidencia la gigantesca capacidad de adaptación de estas plantas a condiciones extremas, sino también la concepción que tenemos de la biodiversidad en zonas colonizadas por el hielo. “En los ecosistemas polares, la regeneración de tejidos sepultados por el hielo durante 400 años amplía significativamente nuestro conocimiento sobre su papel en la recolonización de los paisajes polares (pasados o presentes)”, aseguran.
A la luz de estos resultados, aquellos paisajes que vuelven a estar expuestos tras el retroceso del hielo “ya no deberían ser asumidos como estériles”. “En un mundo en plena disminución de la diversidad biológica, nuestro estudio muestra que la conservación de briofitas subglaciales sirve como un reservorio genético desconocido que manifiesta la capacidad de resistencia de las plantas terrestres y la riqueza emergente de ecosistemas como los glaciares polares que retroceden”, apuntan.