La asombrosa capacidad de la maracuyá para limpiar aguas contaminadas
Investigadores peruanos comprobaron que la cáscara de dicha fruta puede remover más del 80% de plomo, cromo o cobre del agua
Cáscaras de maracuyá contra la contaminación. (Foto: Arifarca en Pixabay. Bajo licencia Creative Commons)
Las
cáscaras de maracuyá y el bagazo de malta pueden remover más del 80% de
metales como el plomo, cromo y cobre de aguas contaminadas por las
actividades industriales.
Así lo comprobaron expertos de la
Universidad Privada del Norte (UPN), que pusieron a prueba información dada a conocer por investigadores de otras partes del mundo.
A
cargo de las pruebas en el Perú estuvo Ricardo Vejarano, quien
es director nacional de Investigación y Desarrollo en UPN. El
especialista contó con la ayuda de estudiantes de la Facultad de
Ingeniería de la citada casa de estudios.
“Existen métodos
tradicionales que también permiten tratar aguas contaminadas; sin
embargo, esos sistemas requieren una inversión fuerte en tecnología.
Nuestro proyecto es una alternativa promisoria que busca un adsorbente
natural de contaminantes resolviendo problemas ambientales, aprovechando
la capacidad de residuos agroindustriales que por lo general son
desechados sin ningún aprovechamiento”, afirma.
Ambos residuos
agroindustriales demostraron una alta capacidad de remoción,
especialmente la cáscara de maracuyá, alcanzando niveles de 96%, 93% y
82% para el plomo, cromo y cobre, respectivamente.
--- ¿Cómo se logra esto? ---
En diálogo con El Comercio,
Ricardo Vejarano detalló que "la cáscara de maracuyá está compuesta por
polímeros como celulosa, lignina y, principalmente, pectina. Es este
último el que más efecto tiene en la absorción, con una alta capacidad
para 'atrapar' (adsorber) metales".
Se estima que la pectina representa en la cáscara de maracuyá hasta un 15 % de la materia seca.
De acuerdo a
las pruebas experimentales, bastan 90 minutos de contacto
agua-absorbente para alcanzar esos porcentajes de remoción de metales.
Obviamente, depende también de los niveles de metal en el medio. En el
mencionado estudio se obtuvo ese tiempo a concentraciones máximas de 50
ppm (50 miligramos de metal por litro de agua).
También depende
de la concentración de cáscara de maracuyá. "Si consideramos aguas con
niveles de 50 ppm de metal, en base a nuestros resultados, para 10
litros de aguas contaminadas con estos metales serían necesarios 100
gramos de cáscara de maracuyá", agrega Vejarano.
El investigador
reconoce que aún queda trabajo por hacer desde la investigación para que
la propuesta sea validada y aplicable a escala industrial. Sin embargo,
confía que esta será "una alternativa de bajo costo y amigable con el
ambiente para el tratamiento de efluentes".
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