¿A qué velocidad se mueve la muerte? Un estudio lo acaba de descubrir
Investigadores de Standfort lograron medir la velocidad con que se desarrolla este proceso biológico
(Foto referencial: Skeeze en Pixabay. Bajo licencia Creative Commons)
Un grupo de científicos liderados por Xianrui Cheng y James Ferrell, biológos de Standford, ha
determinado por primera vez la velocidad con la que se propaga la muerte en las células.
Su
estudio, publicado en la revista Science, se enfocó en comprender el
proceso por el que una célula da la orden de autodestruirse y lograron
medir a qué velocidad se mueve este estímulo dentro de ella.
Descubrieron que la velocidad a la que se propaga la muerte es de 30 micras por minuto, lo que equivale a 2 milímetros por hora.
(Puedes acceder al estudio desde este ENLACE)
Video que muestra la muerte programada de una célula:
Los investigadores también señalaron que esta muerte puede ser programada o una repuesta a la prevención de enfermedades como el cáncer o a la propagación de un virus.
La
célula no explota ni nada parecido, ya que esto podría dañar a las que
están a su alrededor. Lo que realiza es una implosión de manera
ordenada, colapsando su propia estructura y guardándola en pequeños
fragmentos fáciles de limpiar para el organismo.
--- Ondas de destrucción ---
Aunque se
sabía que una vez iniciada la muerte celular programada la señal se
propagaba rápidamente dentro de una célula, nadie había estudiado aún
como se propagaba.
Lo que han hecho Ferrell y su colega Xianrui
Cheng es demostrar que en vez de una señal química que se difunde
lentamente a través de la célula, la muerte se propaga como una "onda desencadenante",
con la autodestrucción de una parte de la célula desencadenando la
autodestrucción de la siguiente. Otros ejemplos de ondas de activación
incluyen los impulsos nerviosos y la propagación de incendios
forestales.
"Este
trabajo es otro ejemplo de cómo la naturaleza hace uso de estas ondas
desencadenantes, cosas que la mayoría de los biólogos siempre han
escuchado, una y otra vez", dijo Ferrell. "Es un tema recurrente en la
regulación celular. Apuesto a que pronto comenzaremos a verlo en los
libros de texto".
Los investigadores descubrieron esto extrayendo el citoplasma de huevos de rana
y colocándolo en un tubo delgado. El citoplasma que es el fluido dentro
de una célula, contenía compartimentos subcelulares llenos de una
proteína verde brillante, que se veían como puntos verdes claros a lo
largo del tubo.
--- Celulas humanas ---
Luego del procedimiento anterior, colocaron un extremo del tubo en un extracto de una célula que ya había sufrido la muerte celular programada,
y a la que se había agregado un tinte rojo. Los científicos notaron que
a medida que los compartimentos subcelulares se autodestruían, los
puntos verdes desaparecían, revelando la velocidad a la que la muerte se
extendía a lo largo del tubo. La ola de puntos desaparecidos se
extendió mucho más rápido que el tinte rojo en el extracto difundido a
lo largo del tubo.
Luego de eso, Ferrell y Cheng filmaron esta
ola extendiéndose a través de un óvulo intacto. Y a medida que la muerte
avanzaba por la célula, el color de la membrana externa cambiaba de
color. En trabajos anteriores, Ferrell ya había demostrado que el
proceso de división celular también se propagaba a través de la célula
en una onda de activación.
"Tenemos toda esta información sobre
proteínas y genes en todo tipo de organismos, y estamos tratando de
entender cuáles son los temas recurrentes", dijo Ferrell. "Mostramos que
la comunicación de largo alcance puede lograrse mediante ondas de
activación, que dependen de elementos como circuitos de
retroalimentación positiva, umbrales y mecanismos de acoplamiento
espacial. Estos ingredientes están presentes en todo el lugar en la
regulación biológica. Ahora queremos saber dónde más se encuentran las
ondas de activación".
Con información de N+1