Mostrando las entradas con la etiqueta Educación en valores. Mostrar todas las entradas

miércoles, 13 de diciembre de 2023

jueves, 23 de noviembre de 2023

"El Rinoceronte que quería ser unicornio"! 🌟

lunes, 6 de noviembre de 2023

miércoles, 21 de junio de 2023

Cuando ayudas a la gente, siempre encuentra la manera de volver a ti.

jueves, 15 de junio de 2023

Intentaron engañar a su profesor pero este les dio una lección.

martes, 13 de junio de 2023

Antes de hablar...

No hay ninguna descripción de la foto disponible.

Fuente: https://www.facebook.com/rosa.rios.125323

lunes, 5 de junio de 2023

Una anécdota que vale mucho la pena leer: ¿Cuál es el mayor choque cultural que has enfrentado?

jueves, 24 de noviembre de 2022

Lo que siembras recoges, una buena acción tiene su recompensa

jueves, 29 de septiembre de 2022

Reflexión para la vida

Ministerio de Educación del Perú

Mariano Mac

REFLEXIÓN PARA LA VIDA...

Una chica muy arrogante esperaba su vuelo en la sala de un gran aeropuerto, como debía esperar un largo rato, decidió comprar un libro y también galletas; se sentó, para poder descansar y leer en paz.

En el asiento de al lado se sentó una señora ya de edad poco avanzada, que abrió una revista y empezó a leer, entre ellas quedó un paquete de galletas, cuando la chica cogió la primera galleta, la señora también tomó una. La chica se sintió indignada, pero no dijo nada. Solo pensó: \"¡Qué descarada esta vieja; si yo fuera más valiente, le diría un par de cosas y hasta le podría insultar!\".

Cada vez que ella cogía una galleta, la señora también tomaba una, aquello le indignaba tanto a la chica, que no conseguía concentrarse ni reaccionar.

Cuando quedaba una sola galleta pensó: \"¿qué hará ahora esta vieja aprovechada?\".

Entonces, la señora partió la última galleta y con una media sonrisa en su rostro, sin decirle nada a la chica, dejó media galleta para ella.

¡Ah no! ¡Aquello le pareció demasiado! La chica se enfureció, se molestó, quedó muy indignada con tal situación, tomó la media galleta, no aguantó más y la tiró a los pies de la anciana diciendo: “vieja descarada, se ve que tiene hambre, eso es lo que usted es…una descarada”. La señora la escuchó, agachó la cabeza y no respondió nada.

Se levantaron las dos y cada quien se dirigió a su propio sector de embarque, ya que tenían distintos vuelos y se dirigían, obviamente, a diferentes destinos. Mientras caminaba a su sector de embarque, muy indignada, la chica resoplaba la enorme rabia que llevaba. Cerró su libro, tomó sus cosas y se dirigió a abordar. Cuando se sentó en el interior del avión, miró dentro del bolso y para su sorpresa, allí estaba su paquete de galletas... intacto y cerrado.

¡Sintió tanta vergüenza! Que se le caía la cara y le dio tanto sentimiento con aquella señora que hasta lloró. Sólo entonces se dio cuenta de lo equivocada que estaba. ¡Había olvidado que sus galletas estaban guardadas dentro de su bolso!

La señora había compartido todas sus galletitas con ella, y sin sentirse indignada, nerviosa, consternada o alterada. Y ya no estaba a tiempo ni tenía posibilidades para dar explicaciones o pedir disculpas.

Pero sí para razonar: ¿cuántas veces en nuestra vida sacamos conclusiones cuando debiéramos observar mejor?

¿Cuántas cosas no son exactamente como pensamos acerca de las personas?

Y recordó que existen cuatro cosas en la vida que no se recuperan:

Una piedra, después de haber sido lanzada.

Una palabra, después de haberla dicho.

Una oportunidad, después de haberla perdido.

El tiempo, después de haber pasado.

MEDITEMOS ANTES DE ACTUAR Y OFENDER.

ANTES DE FORMARTE UN JUICIO DE AQUELLO, ASEGÚRATE BIEN, NO VAYA HACER QUE DAÑES A ALGUIEN INMERECIDAMENTE, QUE QUEDES EN RIDÍCULO, TE ARREPIENTAS Y YA SEA DEMASIADO TARDE.

Creditos a su aut@r

jueves, 7 de marzo de 2019

Héroes anónimos

Incendio en Trujillo: el conmovedor gesto de un niño en agradecimiento a los bomberos

Menor de siete años dibujó a un hombre de rojo en una hoja de papel y se lo obsequió a un bombero en agradecimiento a su loable labor. Siniestro se registró la noche del último martes en El Porvenir

Jharol Soto Vargas (30), subteniente de la compañía de bomberos de Laredo, fue quien recibió el dibujo del pequeño. (Foto: cortesía Johana López Blas)

Johnny Aurazo 07.03.2019 / 06:50 am

La noche del último martes, un incendio en el distrito de El Porvenir, en Trujillo, acabó con la vida de bebes gemelas de diez meses y dejó afectadas a ocho familias. Sin embargo, en medio de la tragedia, un niño de siete años tuvo un noble gesto con uno de los 15 bomberos que apagaron el fuego: dibujó a un hombre de rojo en una hoja de papel y se lo obsequió en agradecimiento a su loable labor.

► La Libertad: gemelas de 10 meses mueren en incendio en Trujillo
► Incendio en Trujillo: lugar había sido invadido hace tres años | FOTOS

La orgullosa madre del niño, Johana López Blas, de 25 años, contó que el menor realizó el dibujo cuando ella salió de su casa para saber qué ocurría en el sector Río Seco, lugar del siniestro. Tras 20 minutos, su hermana la llamó por teléfono para contarle que el niño había dibujado a un bombero y que la imagen quería entregársela a un hombre de rojo.

“Regresé a mi casa y cuando llegué, mi hijo había dibujado a un bombero y me pidió que lo acompañe para que le dé la imagen a uno de ellos. Esperamos que el fuego pase y cuando llegamos al lugar le entregó el dibujo al subteniente Soto. Le dijo ‘gracias por su trabajo, a mí también me gustaría ser bombero’”, narró la mujer en diálogo con El Comercio.

Johana añadió que no llevó antes a su hijo a la zona del siniestro por razones de seguridad. Recordó que cuando él era más pequeño se disfrazó de bombero y de policía. “Él dice que como le gusta ayudar a la gente quiere ser bombero y policía”, contó.

Jharol Soto Vargas (30), el bombero que recibió el dibujo del pequeño, nos reveló que ha pegado la imagen en su habitación. “Me emocioné. Muchas personas piensan que somos héroes, cuando nuestra labor es salvar la vida del prójimo. El dibujo está en mi cuarto y lo que ha hecho el niño es seguir motivándonos”, sostuvo.

Soto, subteniente de la compañía de bomberos de Laredo con diez años de experiencia, le entregó al menor un obsequio en agradecimiento a su “noble gesto”. “Saqué de mi casco un taco de madera que colocamos en las puertas para los trabajos de búsqueda y rescate y se lo entregué. Le dije, además, que ojalá cumpla su sueño de ser bombero”, recordó.