Mostrando las entradas con la etiqueta Gestión del agua. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Gestión del agua. Mostrar todas las entradas

miércoles, 23 de mayo de 2018

Hoy en la ciencia






La NASA envía una misión que ayudará a administrar el agua de la Tierra

La NASA tiene previsto dar a conocer los primeros datos recogidos por los satélites 180 días después del lanzamiento de la misión

La misión medirá los cambios en las capas de hielo y glaciares, el almacenamiento de agua subterránea, las corrientes oceánicas profundas de la Tierra. (Foto: NASA)
La misión medirá los cambios en las capas de hielo y glaciares, el almacenamiento de agua subterránea, las corrientes oceánicas profundas de la Tierra. (Foto: NASA)
La misión GRACE-FO de la NASA despegó con éxito de la Base Aérea de Vandenberg, en California (EE.UU.), con el objetivo de trazar las líneas maestras de una administración óptima de los recursos hídricos de la Tierra.
El despegue del cohete Falcon 9 se llevó a cabo tal como había previsto la agencia espacial estadounidense tras el intento fallido del 19 de mayo.
Estas mediciones pueden ayudarnos a preservar mejor el agua y  medioambiente. (Foto: NASA)
Estas mediciones pueden ayudarnos a preservar mejor el agua y medioambiente. (Foto: NASA)
Dos satélites idénticos, que orbitarán la Tierra a unos 220 kilómetros de distancia, medirán durante al menos cinco años los cambios mensuales de la masa acuática de los océanos y las capas de hielo para determinar de qué manera está afectando el cambio climático a la Tierra.
La NASA tiene previsto dar a conocer los primeros datos recogidos por los satélites 180 días después del lanzamiento de la misión, cuya información será analizada por los expertos cada 30 días.
Sin embargo, las modificaciones en el periodo de un mes son mínimas, por lo que "lo interesante" de estudiar serán los números agregados en fases más amplias, indicó el científico jefe de la misión, Frank Webb en una rueda de prensa previa al lanzamiento.
A diferencia de otros satélites de observación de la Tierra, que llevan instrumentos que observan una parte del espectro electromagnético, los dos satélites de la Gravity Recovery and Climate Experiment Follow-On (GRACE-FO) son el instrumento en sí.
A partir de los datos recogidos por estos satélites, los investigadores producirán mapas mensuales de agua y cambio de masa mediante la combinación de esta información con las mediciones de GPS y las medidas del acelerómetro de otras fuerzas, como la resistencia atmosférica.
La lanzada hoy es la segunda fase de la misión GRACE, que completó 15 años de exploración espacial en enero de 2017.
Esa misión "revolucionaria", lanzada en 2012, sentó las bases de la comprensión del movimiento del agua en la Tierra en profundidad, la misma meta que persigue ahora la segunda parte de la exploración de la NASA.
GRACE midió la pérdida de hielo en la Antártida, identificó patrones en el cambio del nivel del mar, descubrió anomalías en el almacenamiento de agua subterránea y monitoreó la sequía de entre 2011 y 2017 en California.
Estos hallazgos fueron "muy importantes" para la comunidad científica, no solo por las más de 30.000 publicaciones que provocó, sino porque sirvió para dar los primeros pasos para mejorar la comprensión hacia una mejor administración del agua.
La sucesora GRACE-FO continuará realizando investigaciones sobre el clima y la capa acuática de la Tierra gracias a los dos satélites con una capacidad altamente precisa de seguimiento a distancia y un interferómetro de rango láser (LRI, en inglés), un equipo que permite la realización de medidas topográficas en tres dimensiones.
"Los recursos hídricos son vitales para la vida en la Tierra y la manera en que las civilizaciones han operado. Es muy importante entender cómo estos recursos están cambiando", sintetizó Webb ante los periodistas en las horas previas al lanzamiento.
La misión tendrá un coste total de 430 millones de dólares para la NASA y de 90,7 millones de dólares para el Centro de Investigación Alemana para las Geociencias (GFZ, en sus siglas en inglés), principal socio de la agencia espacial estadounidense en esta exploración.
(Fuente: EFE)

viernes, 30 de septiembre de 2016

¿No lo sabías? enterate porque...






Por qué derrochamos agua cada vez que bajamos datos de Internet

Estaríamos gastando hasta 200 litros de agua en la descarga de un solo gigabyte (GB) de datos, revelaron investigadores

Por qué derrochamos agua cada vez que bajamos datos de Internet
¿Por qué derrochamos agua cada vez que bajamos datos de Internet? (Facebook)
Cuando compruebas tus redes sociales, tu cuenta de correo electrónico o miras un video por Internet, gastas agua.

Eso, porque estás recibiendo información de un centro de procesamiento de datos de alguna parte del mundo. Y esos espacios -que en Latinoamérica también se conocen como centros de cómputo- alojan computadoras que desprenden calor y consumengrandes cantidades de energía.
Y también una ingente cantidad de agua.
Así es como la información viaja en la red, y la razón por la cual puedes conectarte a tu email desde cualquier dispositivo, dondequiera que estés en el mundo.
China: Crimen encendió el debate sobre la adicción a Internet
—Controlando la huella hídrica—
Según revelaron investigadores del Imperial College de Londres (Reino Unido) el año pasado, podríamos estar gastando hasta 200 litros de agua en la descarga de un solo gigabyte (GB) de datos.
La cifra es preocupante. Sobre todo si tenemos en cuenta que, solamente en 2015, el gasto promedio de celulares inteligentes en Europa occidental ascendió a 1,9 GB por mes y por persona.
Y en Estados Unidos la cifra mensual alcanzó los 3,7 GB, de acuerdo con un informe de la compañía de telecomunicaciones Ericsson.
Los investigadores dicen que la razón responde al proceso fundamental de mantener los centros de datos refrigerados.
Y también a la producción de las grandes cantidades de energía que permiten mantener operativas las instalaciones.
Pero antes de alarmarse y tirar el router por la ventana, conviene tener en cuenta un apunte de uno de los investigadores del Imperial College, Bora Ristic.
Tal y como Ristic le contó a la corresponsal de tecnología de la BBC Zoe Kleinman, existe "un amplio grado de incertidumbre" en esa cifra (la del gasto de agua por GB) y podría en realidad de un litro por GB.
Pero el informe permitió poner de relieve la huella hídrica, el impacto ambiental relacionado con el gasto de agua de los centros de computación. Y ahora está investigando.
"Es muy útil hacer una investigación preliminar para comenzar a examinar el problema", dice el especialista en tecnología Bill Thompson.
"Es muy poco probable que cambie el comportamiento del consumidor; lo que hay que cambiar es el comportamiento de quienes gestionan los centros de datos", sostiene Thompson.
"Yo tampoco me veo a mí mismo evitando ver videos por Internet por el consumo de agua. Pero sí eligiendo un sistema que sea consciente del daño ambiental", agrega.
Kaveh Madani, del Centro de Política Medioambiental del Imperial College, dice que las cosas han mejorado desde que comenzó la investigación.
"Facebook, Apple, Microsoft y Google hicieron mejoras considerables respecto a su huella hídrica", dice Madani.
"Están invirtiendo en ese área porque comprenden los problemas de disponibilidad de agua".
"También entendieron que el riesgo reputacional es mayor que antes; si pasan por alto los efectos medioambientales, pueden dañar su reputación".
Sin embargo, a medida que crece la demanda para los centros de datos, lo hacen también los problemas medioambientales.
"El incremento de los servicios requiere energía adicional y más calor, lo cual se traduce en un mayor impacto ambiental, huella de carbono (gases de efecto invernadero emitidos) y uso de agua.
Según Madani, "hay una importante necesidad de que la tecnología mejore en ese aspecto".
¿Cómo es por dentro la misteriosa internet de Corea del Norte?
—Refrigeración natural—
Los centros de datos ecológicos pueden parecer extraños por su propia naturaleza, pero son un compromiso que muchas grandes compañías tecnológicas se están tomando en serio.
Ya sea por el uso de energías renovables o porque eligen situar sus centros de datos en entornos que permiten que el proceso de enfriamiento se lleve a cabo de forma natural, algunos de ellos están dando un impulso a sus credenciales ecológicas.
En febrero de 2016, Microsoft terminó las pruebas de su primer prototipo de un centro de datos bajo el agua.
La idea es que el agua que rodea la instalación permite mantener el centro refrigerado, en lugar de necesitar energía para generar aire acondicionado u otros mecanismos de enfriamiento alternativos.
Facebook abrió en 2013 un centro de computación en Lulea (al norte de Suecia), cerca del círculo polar ártico, por una razón similar.
Y es que las frías temperaturas del ártico proporcionan un enfriamiento natural.
El centro emplea a 150 personas y el 100% de la energía es hidráulica.
Por supuesto, tiene su propia página de Facebook.
La firma también ha comenzado a construir un enorme centro de datos de 57.000 metros cuadrados en Clonee (Irlanda), el cual asegura que utilizará en su totalidad energía eólica, al igual que lo hacen otras de sus instalaciones en Fort Worth y Altoona, en Estados Unidos.
Además, el centro de datos de la empresa de energía Green Mountain utilizó un antiguo almacén de municiones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en el interior de una montaña noruega.
Dice que utiliza agua de un fiordo de los alrededores con una temperatura constante de 8 grados centígrados para mantener su planta refrigerada sin energía adicional.
Apple también aumentó el uso de energía verde y dice que todos sus centros de datos se alimentan ahora al 100% con energía renovable.
Y Google anunció este mes que seis de los centros de datos que está construyendo emiten cero residuos a los vertederos.
"En todo el mundo, en nuestras operaciones de centros de datos desviamos al menos el 86% de la basura fuera de los vertederos", escribió Rachel Futrell, directora de programas técnicos de Google, en el blog de la compañía.
Facebook y Twitter buscan mejorar las noticias en internet
—Granjas eólicas—
La campaña de Greenpeace "Clean our Cloud" (limpia nuestra nube) se mantuvo bastante inactiva durante un tiempo, pero espera emitir un nuevo informe el próximo mes, le cuenta a la BBC Gary Cook, analista de la organización.
"La empresas están redefiniendo lo que es posible; podemos hacer cosas muy grandes con energía renovable", dice Cook.
"Las grandes empresas están abriendo sus puertas a otras (firmas) para aprovechar las energías renovables. Hemos visto esto mucho entre los últimos tres a cinco años".
Y aunque Cook apoya ampliamente las medidas adoptadas por los gigantes tecnológicos, hay una gran empresa foco de sus críticas: Amazon Web Services.
"El crecimiento de Amazon es cinco o seis veces mayor que la cantidad de energía renovable que utiliza", dice Grid.
"Han comenzado a moverse. Pero nos gustaría que utilizaran más energía renovable y que fueran más transparentes", sostiene.
Amazon dice en su página web que tiene "un compromiso a largo plazo" en lo que respecta a gestión sus infraestructuras con energía 100% renovable. Y que espera alcanzar un objetivo del 40% para final de año.
La compañía también cuenta con tres granjas eólicas y una granja solar en Estados Unidos, las cuales asegura que generan electricidad suficiente para abastecer a 150.000 hogares.
Fuente: BBC