Los héroes de Chernobil

LOS HÉROES DE CHERNOBYL

Seis días después de la catástrofe de Chernobyl, tres personas sacrificaron sus vidas para evitar un accidente aun mayor y salvaron al mundo de una catástrofe que cambiaría el curso de la historia

Sus nombres son ing. Alexey Ananenko, ing. Boris Baranov y el ingeniero Valeri Bezpalov

Un 26 de abril de 1986, en un lugar próximo a la próspera ciudad de Prypiat, tuvo lugar una de las mayores catástrofes que la humanidad recuerda: la explosión del reactor perteneciente a la central nuclear Vladímir Lenin mantuvo a una gran porción de la población europea durante un periodo de tiempo bajo los efectos de la tan temida radiación, una situación que puso en peligro miles de vidas.

Diez días después del accidente de Chernobyl, los ingenieros comprenden que todos nos enfrentamos a una amenaza nueva, mucho mayor y fatal: una explosión de humos nucleares.

El sistema de enfriamiento del reactor se ha dañado y resulta que ahora se ha formado una gran piscina de agua debajo del núcleo en llamas. Sin la capacidad de enfriarse, era solo cuestión de tiempo hasta que este núcleo radiactivo se convirtiera en lava para derretir todas las barreras debajo de él y llegar al charco de agua. Si esto sucede, se produce una explosión que envía una gran cantidad de radiación directamente al cielo y la esparce por Europa, Asia y África.

La explosión tiene el poder de destruir los otros reactores de la planta, provocando una tragedia de proporciones espantosas: la destrucción de casi toda Europa.

Expertos estudiaron la situación y calcularon que si ocurriera tal explosión, su fuerza sería de 3 a 5 megatones. Minsk, que está a 320 km de Chernobyl, quedaría nivelada y todo el continente europeo quedaría inutilizado. de por vida ”, revela uno de los especialistas que se encontraban en el lugar.

La única forma de evitar este infierno y la muerte de casi toda la población europea es enviar un equipo bajo el núcleo para abrir manualmente las esclusas de la piscina y vaciar el agua.

Para ello, los especialistas decidieron que se necesitaban tres voluntarios, que conocían bien las mazmorras de la planta pero esas tres personas que caerán están condenadas a muerte. Hay tanta radiación debajo del núcleo en llamas que los tres morirán en una semana. Pero tres valientes voluntarios acceden a sumergirse en la piscina debajo del núcleo para drenar el agua y, por lo tanto, se sacrifican para salvar a millones de otros vidas. Sus nombres son Valeri Bezpalov, Boris Baranov y Alexei Ananenko. Puede que nunca hayas oído hablar de ellos, pero hoy toda Europa les debe la vida. Durante la reunión, en la que reunieron a los trabajadores para pedirles a tres de ellos que fueran a esta valiente misión, Ananenko, Bezpalov y Baranov comenzaron a levantarse uno a uno para declarar su disposición a ayudar.

Se les dice que pueden darse por vencidos en cualquier momento y no están obligados a hacerlo, pero Ananenko responde: "¿Cómo puedo negarme, sólo yo sé exactamente dónde están los seguros de escape?"

Por lo tanto, los tres se embarcaron tanto en un rescate como en una misión mortal. Cuando sus linternas se apagaron permanecieron trabajando en completa oscuridad, y cada minuto bajo esta agua los acercaba a su perdición. Los hombres no se dieron por vencidos y continuaron sintiendo las tuberías en la oscuridad. Permanecieron bajo el agua más tiempo del debido, pero finalmente lograron abrir las compuertas, lo que podría salvar a millones de personas. La piscina comienza a vaciarse.

En la serie televisiva, cuando los hombres abandonaron la piscina ya estaban sufriendo el Síndrome de Radiación Aguda (ARS, por sus siglas en inglés), que sería efecto de su exposición al agua contaminada. Habrían muerto en cuestión de semanas.

No obstante, ninguno de los tres operarios murió de Síndrome de Radiación Aguda tras su heroica hazaña.

En un comienzo se creía que el supervisor de turno, Alexei Ananenko, había muerto de ARS, pero fue sólo una confusión por un empleado que tenía el mismo apellido, de acuerdo con Leatherbarrow el supervisor falleció de un ataque al corazón en 2005, según recoge Bussines Insider.

Uno de los otros dos hombres, del cual no se reveló el nombre por temas de privacidad, sigue vivo y está trabajando en la industria, explica el autor.

Finalmente, Leatherbarrow indicó que le perdió la pista al tercer hombre, pero aseguró que al menos hasta el 2015 se encontraba vivo.

 Fuente: Imágenes Históricas

 

´Desastres nucleares

Fukushima No Es Chernonil by Biblioteca Carmelitas-Secundaria on Scribd